Tropo 179: El diario

Ayer por la noche empecé El gato encerrado, de Andrés Trapiello. Lo compré en la librería el 6 de agosto, imaginando que podría leerlo durante las vacaciones, pero la lista de libros que tenía en ese momento activa me lo impidió. Ahora, en octubre, cuando más ocupado estoy, me lo llevo a la cama. Bueno, en realidad me llevo dos, La suerte de Omensetter, de William H. Gass y este de Trapiello.

El libro de Trapiello es el primer volumen de sus diarios. Me gustaría leerlos todos, como me gustaría también tener una casa con jardín y una biblioteca de tres pisos. De esas de escaleras corredizas. También me gustaría tener en el garaje un Renault 4 amarillo brillante con matrícula de Madrid, pero tengo un Skoda Octavia Combi gris metalizado Mercedes. Ya saben, me pudo el Simply Clever. Unir, aunar, hacer bailar pegados al deseo y a la realidad es de ilusos. A mí, por eso, me gusta tantísimo esa máxima de Peterson que leí en un libro superventas: “Di la verdad o por lo menos no mientas”. No te mientas es vital. Se lo repito mucho a mis hijos, y a mis alumnos. Sonríen, pero mejoran.

Era un diario, decía. Hoy, regresando de Beas de Segura, he puesto el podcast del programa “Libros de arena”, de Radio Nacional. Tenía pendiente escuchar una entrevista de media hora que le hacían a Juan José Millás sobre lo que había publicado recientemente. Bueno, digo recientemente, pero estoy hablando de septiembre. El podcast es de esa fecha. Lo vinculo, por si se te ocurre escucharlo. Y resulta, que el libro es un diario de los últimos cuatro años del escritor. Un diario. Un diario a lo Trapiello, intuyo. Aunque no he terminado ninguno de los dos libros, intuyo, porque soy un hombre de mucha intuición, que tendrán características comunes estilos no muy disímiles. Intuyo, y lo escribo por tercera vez, pero no aseguro. La vida a ratos, que es el título del libro de Millás también me gustaría leerlo, así como tener aparcado en el sótano de casa, además de un cuatro latas, un, no sé, un Renault Alpine o el Aston Martin de James Bond. Así pues, tengo dos libros pendientes. Solo. Y me hago ilusiones.

Para escuchar la entrevista tienes que visitar Juan José Millás sobre La vida a ratos

Hoy he explicado en 1º de ESO qué es un diario. Suelo ser muy escrupuloso en la programación que hago de aula, que confecciono domingo tras domingo por la tarde, y hoy tenía previsto seguir lo que el libro de texto me proponía. Así que, claro, ahí estaba a primera hora de la mañana enseñando la portada del libro de Trapiello a gentecillas que no alcanzan los catorce años. Les he leído un fragmento, y después otro, y después ya, me he puesto con lo que me ofrecía el libro de texto, y con ese texto de El diario de Lena, que era esto que les quería enseñar. No me he leído El diario de Lena.

Página 29 del libro de la editorial Oxford Andalucía de 1.º de ESO

En definitiva, el día lo he terminado localizando elementos gramaticales y léxicos de cohesión sobre un artículo de Ricardo F. Colmenero, el de “La comunidad”. Los de tercero de ESO me decían que querían leer más artículos de ese tipo, y les he dicho que me llevaré los viernes otro libro, Literatura infiel, para que aprendan a redactar y para que aprendan a utilizar con el desternillador el lenguaje.

Yo quería acabar en el párrafo anterior, y de ahí el “en definitiva”, pero se me ha ido todo a este último. Yo solo quería decir que voy a empezar un diario emulando las gestas y los estilos de los escritores de diario que lea. Este, por ejemplo, es un texto que ha salido del tirón, y por eso es un texto que no tiene ningún recorrido literario, pero pienso, porque creer solo creo en Dios, que sería capaz de escribir un diario más literario, trapiellado y millado, incluso colmenerizado, aunque tenga un nivel de 1º de ESO y aunque a Ricardo F. Colmenero todavía no haya escrito ninguno. Sería un superventas. Se lo tengo que decir.

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