Garcilaso de la Vega murió por una «pedrá»

Seguro que no sabías que la obra, que toda la obra de Garcilaso de la Vega te la puedes leer en menos de cinco horas si te diera la gana. Ahora que me he hecho amigo del cronómetro y de Bach, leo así, y cuando termino mi sesión diaria de lectura apunto en alguna guarda del libro el tiempo que he invertido. Después sumas en sexagesimal y ya está. Con la edad vas adquiriendo hábitos, y sobre todo manías, manías graciosas con las que te entretienes.

Esta semana he disfrutado con dos libros: Poesía castellana completa de Garcilaso de la Vega (Cátedra, 1989), que lo he acabado (Lo tienen a 2,70 € en Iberlibro), y La religión de un médico y el enterramiento en urnas de Sir Thomas Browne (Reino de Redonda, 2002), que es una purísima golosina. Qué ridículas quedan todas las novedades y todos los bestséller del mundo, María, en habiendo libros como estos. Pero seguimos leyendo novedades y seguimos consumiendo bestséller porque los necesitamos, porque son necesarios para entretener y comprobar cuánta estupidez contienen. Qué sería de nosotros y de nuestra santa industria editorial sin ellos, eh, qué sería de ella, de la rancia y amazonófoba industria editorial. Pero este es otro tema.

De Poesía castellana completa de Garcilaso de la Vega señalo que ¡viva Petrarca y Ausías March! Garcilaso se queda en medio. Qué hubiese sido Garcilaso sin ellos. Lástima que muriera a los treinta y pocos años por las heridas que un francés le propinó con una piedra cuando subía para tomar la torre de Muy. Lo que sí: que gracias a Garcilaso y a Boscán (Navagiero en Granada fue listo) penetró todo un país como Italia en España. Y de qué manera. Castilglione traducido, el amor prohibido encarnado en endecasílabos, sonetos, tercetos, octavas rimas y liras. También el verso suelto, modernos. Dante, Lentini y Cavalcanti, jinetes con damas mediadoras en la grupa, beatrices y l´auras. Isabeles freyres que morían al parir. A través de la Dama se iba a Dios. Esto es platonismo. Poetas y soldados que cortaban cabezas pero que de la sangre, ni rastro en los poemas. Todo condimentando con falacias patéticas y naturalezas estilizadas a lo Sannazaro. Qué virguero todo, qué natural y recatado. Es el ideal humanista, es el Amor y la Naturaleza condensados, donde la emoción y la literatura hablan. Por este motivo, y en menos de cinco horas, me he leído toda la obra de Garcilaso que se compone de tres églogas, treinta y ocho sonetos, una epístola, dos elegías, cinco canciones y ocho coplas. ¡En cinco horas! Garcilaso imita pero reelabora, todo es subjetivismo e intimismo y por eso se aleja del petrarquita y del futuro Góngora. El uso de su léxico es natural, sin referencias IMG_20150809_203039_edit_edit
bélicas ¡ni religiosas! Será el puto amo y modelo para los artistas del Siglo de Oro. Sí, de acuerdo, adjetiva, pero lo hace con calidad, precisión y nitidez. Nada de epitetos facilones. Ya saben que el adjetivo mata. Musicalidad y armonía. Garcilaso es así. Puedo seguir hablando de él pero esto es un blog.

No sé qué haces leyendo bestséllers en la playa.

Y me voy de paseo. De La religión de un médico escribiré cuando lo acabe. Antes, una curiosidad más. Pedro Salinas se inspiró en este verso de la Égloga III de Garcilaso para titular su libro La voz a ti debida. Regresar a los clásicos ¡inspira!

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3 comentarios en “Garcilaso de la Vega murió por una «pedrá»

  1. No solo introduce el soneto en España sino que también lo hizo en el resto de Europa, vista la gran influencia de la Corte española en el XVI.
    Garcilaso fue el introductor definitivo, porque antes lo intentaron Micer Francisco Imperial yF

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