Tipos de escrito II: Exposición y argumentación, de Miriam Álvarez

Tipos de escrito II: Exposición y argumentaciónTipos de escrito II: Exposición y argumentación by Miriam Álvarez
My rating: 4 of 5 stars

Tropezar con un librito de sesenta y dos páginas para descubrir que quizás pudieras estar capacitado para escribir ensayo y no historias para dormir las siestas. Me ha gustado. Este libro de Miriam Álvarez es un esencial, clarito, ordenado y sugerente.

Cuando era pequeño no sabía hacer exámenes. Cuando era pequeño no sabía lo que era un texto expositivo hasta que en un recreo una compañera me dijo que un texto expositivo era como un examen. Pero eso fue hace muchos años.

Con este libro podrás saltarte ese recreo porque Miriam te cuenta en qué consiste escribir textos expositivos, sobre todo en qué consiste la exposición y su ayudante, su azafata, su secretaria inseparable: la descripción.

Además de hablar de las técnicas más frecuentes empleadas en la exposición, se centra, muy oportunamente, en las estructuras sintácticas que predominan en ellas y sobre todo, el tipo de léxico que suele aparecer. En la exposición se ha de huir de la complejidad sintáctica y hay que recurrir a un léxico específico, desnudo, despojado de ambigüedad y que, si bien podemos dejar pasar con él una mijita de connotación, es preferible que no lo hagas si vas a escribir un texto científico; porque no te van a creer.

Después del capítulo al texto expositivo, llega la argumentación. Me chifla la argumentación. Es puro discurso, debate y razón. ¿Quieres defender una opinión? Tienes que argumentar. ¿Quieres que te crean cuando hablas? Da argumentos, razones.

El libro detalla cuáles han de ser las bases de toda argumentación, y se centra, por ejemplo, en la noción de causalidad, o lo que es lo mismo, la necesidad de, dentro de una argumentación, del orden y de los pasos que hay que dar para que de una causa se pase a otra de manera sostenida y ordenada.

Se advierte por ejemplo, dentro de la argumentación, que esta suele moverse entre las posibilidades y nunca sobre las certezas. Por este motivo los antiguos, ya enterrados, utilizaban los silogismos; su finalidad era la de derrotar a los enemigos en el campo de batalla de la breva verbal.

Se realiza una interesantísima mención a que la argumentación es subjetiva porque, por ejemplo, tú puedes apoyar tus argumentos en tu experiencia. Y ejemplifica con un sabrosísimo texto de san Agustín contra el teatro. ¿Hay algo más subjetivo que eso? A pesar de ser así, es posible argumentar así, desde la subjetividad, aunque esta sea una manera peculiar de hacerlo.

El libro prosigue con el desarrollo de los elementos de la argumentación de una manera, a mi parecer, muy detallada y didáctica. Habla de la tesis, del cuerpo argumentativo y de la conclusión. Tira de refutación y en los tipos de argumentos expone lo que son de autoridad y lo que puede llegar a hacer un proverbio y un refrán para apoyar tu discurso. E incluso puedes persuadir, si apelas en mitad de tu argumentación, al sentir general de la sociedad.

Por último se describen cuáles son los procedimientos más frecuentes utilizados en la argumentación y Miriam habla de la disposición de lo párrafos, de nuestros amigos los nexos, los ejemplos y el recurso de la repetición que, si ustedes se han dado cuenta, es el recurso más utilizado por nuestros políticos para convencer a sus pobres votantes porque lo que hacen es repetir con diferentes colores la misma idea. Este recurso tiene un halo encantador porque son demasiados los que terminan rendidos en las urnas sin haber utilizado su seso y juicio crítico.

El tercer y último capítulo está dedicado al ensayo. Es el capítulo que me ha demostrado que incluso yo podría escribir ensayo y no ficción. Pero que me haya demostrado que tenga más cualidades para escribir ensayo que ficción no me hace escritor de ensayo. Los hechos claros.

El ensayo queda definido como un lugar de encuentro entre la exposición y la argumentación. Sí, es verdad.

¿Es posible una tipología del ensayo?, se pregunta la autora más tarde para después enumerar y explicar, con un texto preciosísimo de Unamuno -que expondré próximamente-, cuáles son los rasgos que caracterizan al ensayo. Y así acaba este capítulo, con un punto que relaciona el ensayo y la novela.

¿Qué me ha parecido el librito? Útil. Muy útil. Yo, que no sabía hacer exámenes, creo que he suplido parte de mis deficiencias con la lectura de este libro. He tomado muchas notas también, en papel, en Evernote y en los márgenes. En el blog (blumm.blog) subo algunas imágenes.

Si algo quiero destacar y subrayar de este trabajo de Miriam Álvarez es la selección de los textos que se utilizan para ilustrar cada uno de los tipos de escrito. Soberbia, magnífica selección. De hecho este libro tiene muchísimo valor para mí por esta selección de textos. Irán apareciendo en el blog a lo largo de este año. Son muy buenos.

¿Recomiendo el libro?

Sí, por supuesto. Siempre que quieras subir un escalón en tu forma de exponer, argumentar y escribir ensayo, este librito puede ser el mejor inicio.

 

Un comentario en “Tipos de escrito II: Exposición y argumentación, de Miriam Álvarez

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