
Convencer es estéril: nacer mujer es el mayor castigo porque los hombres nunca salen perdiendo
Nadie convence a nadie. Te lo advertía Walter Benjamin en Dirección única: «Convencer es estéril«. Las personas terminan convenciéndose ellas mismas, es decir, autoconvenciéndose. Te lo demuestra Rogers: «La persona tiene dentro de sí suficientes recursos para la autocomprensión, para modificar su autoconcepto, sus actitudes y su comportamiento autodirigido». Lo hacen después de un fracaso, de una victoria, de una lectura, de ver a otro, … Continúa leyendo Convencer es estéril: nacer mujer es el mayor castigo porque los hombres nunca salen perdiendo