No sé si te has percatado. Percatarse es darse cuenta. Seguro que sí, que te has dado cuenta, querida alumna, de que el truco para que este sistema de organización personal triunfe reside en la revisión. La revisión es la clave. Acumular tareas por acumular tareas en una lista dentro de tu cuaderno no tiene sentido. De hecho, si solo has apuntado tareas y no revisas, si no te has parado a dilucidar qué es lo que tienes que hacer con más prioridad o qué has de posponer, incluso qué desechar, es que no estás utilizando como debieras el sistema Bullet Journal. Fíjate que uso un subjuntivo: “debieras”. Eso significa que solo depende de ti y de nadie más. No culpes a nadie.
Hay que revisar y sopesar nuestros compromisos, las tareas que a lo largo del día aparecen y vamos anotando en el cuaderno. Y hay que hacerlo, al menos, una vez al día. Si hemos adoptado este sistema para organizarnos es porque nos importa nuestro tiempo y nuestra energía. Y gracias a la revisión, adquiriremos el hábito de migrar tareas.
La migración va de trasladar en nuestro cuaderno el contenido que hemos ido apuntando. Ahora pensarás: “¡vaya tontería!” Si hay que trasladar de un sitio a otro el contenido que hemos ido anotando, esto será insufrible. Implementar, poner en práctica el sistema será arduo, pensarás, pero no. Ese es uno de los motivos por los que se aconseja utilizar bolígrafo y papel. Volver a escribir las cosas a mano evita distracciones, sobre todo, pero propicia que te obligues a tomarte tu tiempo para considerar qué vas a hacer con esa tarea o contenido que has anotado y que ahora seleccionas para decidir qué fin tendrá. En realidad, pesas la tarea, sopesas qué importancia tiene.
Mientras practicas este proceso, te percatarás de que hay tareas y contenido que no merece la pena, que para qué invertir tiempo y energía en ellas, así que lo mejor será tacharlas, deshacerte de esas tareas. Si es necesario completarlas, si es vital y prioritario, las podrás migrar al día siguiente. Si no, no pierdes nada tachándolas, borrándolas.
Concebir así tu libreta, una simple libreta, te permitirá que no se te cuelen tareas absurdas, secundarias, poco o nada importantes. Porque si lo aceptas todo, si pretendes acometer todo lo que escribes, no estás siendo realista. Además, te vaciarán de energía, te consumirán. Por eso es tan importante la revisión y la migración. Es vital preservar tus recursos mentales, sobre todo, para que tu mente esté lo más despejada posible. La revisión evita que pongas el piloto automático en tu día a día. Evita, a fin de cuentas, que dediques tiempo a tareas sin sentido, a tareas superfluas.
Es importante que reescribas tus tareas si no las has completado en el día que tenías previsto. Pero ojo. Si una tarea va pasando de día en día y no se completa. Si una tarea la arrastras una semana y otra y otra…, ¿realmente es necesario que la completes? Táchala. Reescribir de manera manuscrita es la mejor manera de revisar y tirar por la borda lo que es inútil, lo que ni añade ni va a añadir valor a tu vida.
Establecida la importancia de la migración de tareas, es fundamental que una vez al día las revises. Esta revisión diaria te permitirá migrar desde el día en curso al día siguiente aquellas tareas que así lo consideres; también sucederá que algunas tareas apuntadas durante el día tengas que trasladarlas al registro de futuro, mensual o anual, como ya vimos en anteriores entradas.
Acabo. Asegúrate de revisar todas las tareas del mes cuando cambies de mes. Comprobarás de un vistazo qué ha quedado incompleto y qué necesita que lo retomes.
No me extiendo más. La serie podría ser infinita. Ahora te recomiendo que consigas el libro del creador del método para terminar de implementar aspectos secundarios, pero no menos importantes, de este método que llevo utilizando bastante tiempo. Merece la pena que lo intentes y pongas orden a tu vida.
El método Bullet Journal: Examina tu pasado. Ordena tu presente. Diseña tu futuro (Prácticos)