Así nació por ejemplo, La Tribuna. Emilia veía pasar a menudo por las calles de La Coruña a las obreras de la fábrica de tabacos, hasta que un día acabó preguntándose: «¿Habrá alguna novela bajo esos trajes de percal y esos raídos mantones?» Y para comprobarlo, antes de ponerse a escribir, siguiendo los dictados de Zola y del naturalismo, la Condesa acudió a la fábrica durante dos meses, mañana y tarde, y allí, «oyendo conversaciones, delineando tipos, cazando al vuelo opiniones y modos de sentir…», logró reunir el material necesario y pudo más tarde describir en toda su inhumana realidad el ambiente de la fábrica, sobre todo el de su «infierno», los talleres de desecado, que nos muestra sin remilgos en toda su hórrida sordidez; pero, en cambio, cuando llega el momento culminante del parto de Amparo, cuando ya no se trata de describir injustas realidades, sino simples funciones fisiológicas, las cosas cambian.
José Hesse en el prólogo a Insolación, de Emilia Pardo Bazán, Taurus, 1970
Hoy es 8M. He abierto una cerveza El Alcázar por mi mujer y mi hija. Y por mi madre y mis tres hermanas. Por mis numerosas sobrinas. Por mi cuñadas y suegra. Por todas ellas, claro que sí. Pero también por ti, guapa. Por eso y más he brindado, pero sobre todo por un artículo de Leyre Iglesias en El Mundo, que medio he fusilado en mi estado de WhatsApp -perdona, Leyre-: Hoy no iré al 8 de marzo. Pido perdón al poder (por este tipo de artículos pago 8 € al mes al El Mundo, amigos).
También hoy, porque las mañanas del domingo son elásticas y bonitas, he paseado y he descubierto mientras paseaba un pódcast de El Confidencial que recomiendo seguir, donde Alberto Olmos y Esteban Hernández analizan algo que me interesa muchísimo. ¿Por qué el feminismo excluye? ¿Por qué este feminismo es nazi? Lo tienes aquí, por si sales a pasear. Ve con Dios.
Fuera parte, como dice C, menos mal que hay leonas que saben rugir, intelectualmente, digo. La semana ha sido grata. Me he sentido cómodo y casi sin remilgos cuando he divulgado este vídeo a cuantas personas se han tropezado conmigo. Tranquila, no te asustes, es una mujer como tú, pero piensa diferente. Como sé que puedes soportar el tropo, te lo vinculo.
Por hoy, basta. Lean Insolación, de Emilia Pardo Bazán. En España hacen falta más mujeres como ella y menos chicas pensando todas siempre lo mismo. Emilia llegaba a casa sola, y decidía cómo hacerlo. Porque sobre todo, era culta, culta y culta, para que te enteres.
Ante tanta petición. La imagen podéis verla aquí. La descubrí en el laboratorio de Arqueología de la Universidad de Jaén. Disfrutad: http://www2.pastwomen.net/ciclos/embarazo-parto-y-crianza