Quieres y pretendes analizar un artículo al día. Si no un artículo, un fragmento de texto, es decir, quieres desmembrar y desmontar piezas para comentar algunos porqués. Empiezas oración a oración, de punto a punto. Tratarás de descoser. Cuando lo haces te das cuenta de que no todos los artículos tienen la misma factura ni están cosidos con el mismo hilo, puesto que la calidad es distinta, o muy distinta.
Me ejercito ahora porque pergeño qué será de este blog cuando se encuentre en el tropo 365 o 366. Así como he estado un año mezclando lo que es tropo con lo que no es tropo, escribiendo tonterías de ficción y reflexiones liberando vapores de ego, quiero plantearme durante el próximo año la escritura diaria de cortas glosas, minúsculos comentarios sobre textos, sobre distintos tipos de texto: artículos, fragmentos literarios o tatuajes estampados sobre los hombros de una moza.
Así pues, he empezado a experimentar. En realidad llevo dos días leyendo y analizando artículos de opinión con bolígrafo y cuaderno. Me divierto. La fotografía que muestro más abajo es un detalle del que he leído hoy. Lo he cogido al vuelo en un tuit. Es de Gabriel Albiac, «El chamán y el asesino». Tan recomendable como profuso y bien armado. Porque no encuentro glosas en la red. En los cursos altos, sobre todo en bachillerato, es una actividad casi diaria. Es la única manera que he encontrado de despertar el mucho o poco apetito intelectual. A mí me gusta glosar porque glosando liberas mucha intertextualidad. Estableces, en ocasiones, relaciones estrambóticas. Y surgen glosas tangenciales que no tienen nada que ver con la intención que el autor ha tenido en escribir ese texto; y glosas obedientes, más aburridas por sumisas a las intenciones. Habrá de todo.
No digo más, ni escribo. Las notas que muestro más abajo son los apuntes que he tomado de «El chamán y el asesino», de Gabriel Albiac. Un artículo donde se critica la moda de crear una realidad a base de nombrarla hasta enloquecer con las palabras que le han dado textura. Más o menos. Un artículo complejo, pero sin rebabas, ejemplarmente construido. Es de Albiac, ¿lo dudabas?
Después, como es Jueves Santo, me he ido a meditar con estos vídeos: uno de la Abadía de Silos y el otro del padre Fortea. A ti no sé si te van a servir, te aviso, pero te los vinculo. Avisado quedas.
