Doscientos ochenta y cuatro días consecutivos escribiendo en el blog. Ningún mérito: rutina.
Estoy descubriendo podcast de todo tipo. Hoy escuché entero el episodio alojado en la página «El arte de presentar» titulado «Cómo leer 50 libros al año, y que te aprovechen«. La segunda parte es la interesante. La primera la dedican, sobre todo, a los libros de ficción, a lo que hace el protagonista, el entrevistado, para alcanzar esa cifra de lectura. Pero la segunda es la que me interesaba porque trataba sobre los libros de no ficción. Pero estos tipos leen muchos libros de economía y disciplinas ajenas a la literatura, que es lo que me da de comer. No obstante, el podcast merece la pena escucharlo porque revela con qué herramientas y qué protocolos utiliza Gonzalo Álvarez, el protagonista. Además, vocalizan muy bien. Me ha sorprendido este detalle, la dicción y la vocalización del entrevistado y del entrevistador. Son profesionales de la comunicación. Ni dudarlo.
Me alegra reconocer a Evernote entre las herramientas de toma de notas que utilizan para tal fin, para esencializar libros. Yo también lo utilizo, pero debería utilizarlo más, mucho más. Es un fichero digital que hay que mantener, y es ese mantenimiento lo que en ocasiones me aleja de él. Pero no por él mismo, sino porque no bloqueo ningún tramo horario para acometer su mantenimiento. Pero voy a proponérmelo. Tengo tanta información almacenada en ese programa que merecerá la pena. Tantas citas, referencias, ideas, esquemas, documentos… Evernote es mi segundo cerebro. Y lo celebro.
Cuando lo consiga, recuerda: ningún mérito, rutina.