NADA TAN PROPIO ni tantas veces usurpado. Su etimología la rebaja a mero envoltorio: la vaina del sable, la funda del miembro. La vagina, sin embargo, está llena de sí misma. No es el origen del mundo. Es el futuro del mundo.
Andrés Neuman en Anatomía sensible (Páginas de Espuma, 2019)
La vagina provee de futuro al mundo. La vagina puede y no puede afirmar «pare el mundo, que me bajo». Ni la mujer. Gracias a la mujer, que es la que pare, se nutre al mundo de seres inteligentes, de animales racionales, nosotros, al final, los que habitamos el mundo venimos de una vagina, de un útero negro, ¡la madre que nos parió! La mujer, uno a uno nos pare, que vía vagina nos pare, sin duda. Hoy, por favor, abandona las metonimias y los artilugios trópicos. Que pare, que pare la contigüidad lógica. A sangre y con dolor lo hace, pero qué grande es el subjuntivo, por Dios; nada tan propio como un subjuntivo.
Por otro lado, Neuman está en Esencia de Neuman en este volumen descriptivo de no sé qué piezas magistrales. Relatos sublimes, en ocasiones, con preciosismo léxico, por completo y suficiente, sin que empalague, sin ser el primer Neuman que conocí en una presentación de algún libro suyo hace muchos años, en el Colegio de Arquitectos de Jaén. Aquella vez me sorprendió su timbre de voz y la capacidad que demostraba para declamar. Era poderoso, embaucador. Si a eso le sumabas el melodioso acento granadinoargentino, el festín para la oreja estaba asegurado.

A lo que iba. Este librito de ciento doce páginas merece la pena que te lo regales. Un libro que lucha cuerpo a cuerpo con el Photoshop es un libro posible. Pare el tiempo y léalo.
