Tengo que cambiar la hora. Llegar a las diez de la noche sin el tropo escrito en el cuaderno, o por lo menos emborronado, me obliga a escribir estos tropos comodín, con lo que yo tengo que decir.
Tengo que cambiar la hora de publicación. Y de escritura. Hay que hacerlo de otra manera si quiero subir y pasarme el nivel. Si pretendo profesionalizar la escritura de tropos, si quiero convertirme en un escritor de tropos a sueldo.
Mañana, aun siendo el adverbio de los vencidos, comprométome a hacerlo antes, incluso a escribir un tropo de reserva, e ir un día adelantado.