Me he pasado parte de la tarde escribiendo un artículo para La Contra de Jaén. Sale el martes. Ferlosio ha sido mi salvación y versará sobre la moral del pedo. La moral del pedo es una moral farisea, muy farisea, que practican a diestro y siniestro los diestros y los siniestros. Políticos. No hay centro. La moral del pedo determina, en primera instancia, que tu ventosidad siempre olerá mejor o incluso no olerá frente a la ventosidad y el pedo ajeno, que será el causante de que el ozono de esta tierra se raje en dos. Por lo menos, visto desde otro punto de vista, el más surreal, un agujero siempre nos hará falta para escapar de las cabezas piojosas con que nuestros políticos hablan y farisean. Corto, cierro, que me voy a ver quién se va a reír de nosotros durante cuatro años más. Por cierto, el martes podrán leer el artículo titulado “La moral del pedo” en este sitio, que es mi columna en La Contra de Jaén: Échele leche, que es un palíndromo, claro.
