Siempre olvidas algo, las llaves, un número de teléfono, incluso el tropo de ayer. Sí, lo olvidé, y lo olvidé porque me escribió una antigua alumna muy tarde, casi a la hora de acostarme, y bueno, me entretuve en contestarle, en decirle que no se preocupara, que todo iba a salir bien. Y olvidé el tropo.
Una alumna que estaba en primero de bachillerato el año pasado y ahora está en segundo. Es una alumna brillante, muy muy brillante, que me pedía por favor, por favor por favor que cómo podría ella y otros coger el paso de la asignatura, que si con un tambor o con qué, y le contesté, que con unas clases clandestinas vespertinas en el aula de Lengua del centro; por qué no, me dije. Estoy en otro centro, pero no se enteran con la profesora nueva que les ha tocado. Yo no digo nada que todo se sabe, pero el sistema falla. Falla tanto y tanto que nos hemos acostumbrado a cumplir y cobrar. Mes a mes. Con cumplir y cobrar, vivimos. Realmente se trataría de un ataque muy directo al ego docente del otro docente, pero de mí no depende nada. Tú solo quieres solucionar, plantear un horizonte claro cara a Selectividad a esos pobres alumnos que fueron tuyos el años pasado y que ahora lloran por las esquinas del centro por la mala suerte que dicen que tienen. Y, aunque ahora no sean tus alumnos, insisto, porque no lo son, tú das clase a 117 km de tu casa, sus problemas con la asignatura son tus problemas, o por lo menos solo pretendes que dejen de ser sus problemas para sobrellevar parte de la carga. Y la carga se distribuye quedando con ellos un par de horas por la tarde para explicarles que las intenciones de los autores al escribir los textos son aviesas y que los elementos de cohesión, depende de si son gramaticales o léxicos, los coges al vuelo o no. En definitiva, disfrutas con lo que haces, y tiendes a ocupar las horas con lo que disfrutas, que es dando clase. Hasta piensas en verano montar un chiringuito online gratuito que se titule: “Preparo Selectividad Gratis” porque contra la brecha lingüística, que es de todos, quema tu parte.
Jajajajajajay.
Sonará cliché pero con este tropo ya he aprendido algo sobre los elementos de cohesión. La fotocopia los expone como una lista de la compra.
Al final usted también me hará aprobar a mí, indirectamente. Entonces entraremos en el sempiterno gracias.
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