A Vila-Matas le he descubierto por fin su estilo. Empieza siempre como una bruma. Saqué de la biblioteca Esta bruma insensata sabiendo que no tengo tiempo para lecturas de ocio. Es año de estudio y durante el año de estudio restrinjo al máximo las lecturas divertimentas. Me ciño, con sumo gusto, a las lecturas relacionadas con lo que estudio. Por eso estoy con El cuarto de atrás y después vendrá algo de.
Decía Vila-Matas porque he rescatado el cuaderno de septiembre de 2016. En la página 227 y siguientes escribo sobre Sergio Pitol y sobre Enrique Vila-Matas. Por esa fecha visioné un vídeo sobre él que me deslumbró. Soy muy deslumbrable. Pero en el cuaderno escribía que lo único que hacía Vila-Matas era extraer de lo más cotidiano su materia para escribir. Y con ella, Vila-Matas hacía ficción.
En la página 228 de ese cuaderno aparecía Vollmann. Otro genio. En ocasiones inabordable por su inteligencia literaria. Vollmann siempre me ha abrumado. Vollmann para mí contiene las «Main questions» de la ficción más pura.
Ahora vas y defines pura.