Dicen que hacen falta 21 días para consolidar un hábito y este es el tropo 121. Debería haber escrito los números en letra, pero da igual. Parece que lo refuto. Escribir a diario tantas líneas, geniales o no, está, se ha hallado. Qué bien.
Además, en septiembre, retomaré la publicación en “La contra de Jaén” de un artículo al mes, o de dos, ya veré. Ahí tenía una columna que medio abandoné, que casi olvidé, pero F., cofundador de la publicación, me pidió hace una semana que por qué no retomaba la columna. Por qué sí, me preguntaba yo, a lo que me respondí: «mira que te gusta escribir esprintando».
Así que, una o dos veces al mes, publicaré un artículo (quizá cargándolo de localidad) en mi columna «Échele leche», palíndromo qué descubrió (y me lo quedé) uno de mis hijos.
Dentro de una semana se abre el curso. A mí me gustan las rutinas y sus raíles. Hay emoción en ese «chucuchú» diario, trajín repetido, pero lleno de color. Este año viene más cargado, sí, es verdad, pero también hay más ilusión: estudio intenso, escritura diaria, lectura voraz, ejercicio físico, mis hijos, mi mujer, Dios y pasión bajo el hábito que satisface y place.
Mi columna «Échele leche» en «La contra de Jaén».
Bernardo F. Coomenero
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