“Cosas que indican mal gusto: demasiados objetos en torno a uno; demasiados pinceles en el estuche; demasiados budas en el altar familiar; demasiadas piedras y plantas en el jardín; demasiados hijos y nietos en casa; demasiadas palabras de bienvenida a un amigo; demasiados méritos al hacer una petición.” Demasiadas aplicaciones instaladas en el móvil, demasiados libros de las mismas editoriales de siempre (véase Página 2), demasiados tuits por hora, demasiadas preguntas estúpidas, demasiadas lecturas insustanciales, demasiadas palabras en voz alta, demasiados refrescos de pantalla. ¿Refrescos de pantalla? O de Fanta. Demasiada exposición, demasiados yoes por minuto. Twitter se hace insufrible. No das más de sí. Decides desinstalártelo del iPhone. Demasiado tiempo y mal gusto. No lo soporto. Empieza producir grima, como antaño Facebook. Cruzas los dedos porque Twitter te gusta, pero demasiado mal gusto.
“Cosas que, por más que haya nunca ofenden: demasiados libros en una carretilla; demasiada basura en un basurero.” Demasiados libros buenos. Solo los necesarios para crear un club de lectura. Comenzamos con Opiniones del gato Murr.