La tarde del sábado fue hecha para leer o para ir de boda. La boda de esta tarde no será una boda de negros y desconozco si habrá o no epitalamio. Deberían ponerse de moda los epitalamios en las bodas, incluso en las de diamante, oro, plata y platino. Los epitalamios eran esas composiciones poéticas escritas para las bodas. Tampoco nadie hará de vaca, dicen. Y digo que nadie hará de vaca porque antes, en las bodas rústicas, se soltaba una vaca que corría para diversión de los asistentes. No será una boda rústica. No habrá vaca. La prónuba será mi madre y el feliz el benjamín de mis hermanos. El tornaboda se abrirá con churros y con chocolate. En fin, lo de siempre. Lo que no sé si sabes es cuándo se usó por primera vez en castellano la palabra boda: en 1180 y en el Cantar de Mio Cid. Hasta hoy. Voy a buscar corbata.
