Qué bueno es el raudo 1974 de Alberto Olmos. Qué bonito es el número 1974. Me es tan familiar la descripción que hace de Usera, que me parece que está describiendo Jaén, que consiguió hace un mes o así una de las medallas que repartieron a las ciudades más guarras de España. En Jaén, además, tenemos que soportar el orín de perra y de perro cada baldosa y media. Hemos llegado al punto en el que el Ayuntamiento se ha visto obligado a emitir un bando para obligar a quien pasee con mascota que diluya el orín expulsado por su perro y depositado sobre la acera, farola, tronco o rueda con un chorrillo de agua. Tantos perros hay en Jaén que, cuando salimos mis hijos y yo de casa, a correr, con la bicicleta, a merendar o a tomarnos un café, decimos en voz alta, nada más salir del portal, un número. El juego consiste en acercarse a la cantidad de perros que nos vamos a encontrar hasta nuestro destino. Treinta y cuatro, dijo L. Cuarenta y dos, dijo R. Yo, cincuenta y uno. Suelo ganar, por viejo y experimentado.
