Bullet Journal es un sistema de organización personal y profesional. He prometido a algunos compañeros, alumnos, familiares y lectores de este blog que dedicaría unas cuantas entradas a hablar de Bullet Journal para que tomen lo que les sirva. Me han visto utilizarlo y quieren más. No me importa. Así, además, si escribo sobre el método, me ayudará a reflexionar sobre él y a practicarlo mejor día a día.

Pero miento si afirmo eso porque no voy a hablar del Bullet Journal como método, de su teoría en general, la verdad. Ya existen demasiados vídeos y fotos en Instagram explicándolo, pero ninguno se centra en cómo lo utilizo yo, normal; y eso parece que es lo que les interesa.

Yo no coloreo tanto, ni dibujo florituras; busco ser práctico y austero y tiendo a utilizarlo como recomienda su creador, Ryder Carrol: que sea funcional. Esa será la finalidad que tendrán estas entradas. Escribiré cómo he adaptado el método a mi quehacer diario. Y mi quehacer diario es el de un tipo normal que quiere conectar con las cosas que le interesan: mi familia, mi profesión (soy profesor de Lengua Castellana y Literatura) y mis aficiones, los libros que leo y los textos que escribo, mi fe y mis pensamientos; poquitas cosas más, créanme.

Por todo lo que acabo de escribir es muy importante que sepas que, si vas a decidir utilizar Bullet Journal como método de organización personal, tengas presente que el primer objetivo que tienes que marcarte es conseguir adaptarlo a tu día a día; y en esta dirección: desde tus rutinas y quehaceres diarios, hacia el método; y no al revés. El error que cometí, cuando lo descubrí hace año y poco, fue aplicar de manera muy rígida lo que veía en YouTube e Instagram. Craso error. Por eso tardé tanto en implementarlo. Ahora llevo dos meses a pleno rendimiento y reconozco que soy un poco más productivo, trabajo más enfocado y no olvido casi nada de lo que tengo que hacer. Ando contento. El creador del método sugiere eso que yo no hice, que te sumerjas en él durante, al menos, tres o cuatro meses antes de decidir si continuar o no con él. Es tan importante que lo personalices… Por ese motivo advierto que aquí expondré cómo lo he adaptado a mi trajín diario. Y la verdad, no sé si te servirá, pero quizás, viendo cómo lo hago, te salten chispas y descubras cómo hacerlo tú. Ojalá. Es tan potente.

No quiero que estas entradas sean muy extensas. Por ese motivo trataré que cada una de ellas trate solo de un aspecto del método e incluya algunas fotografías que ilustren cómo lo hago. Serán entradas escritas desde la experiencia. Además, me gustaría regularizar la publicación a dos días fijos en la semana: martes, jueves y/o viernes. Esta primera entrada presentará la categoría Bullet Journal en el blog.

Antes de irme, me gustaría dejar constancia de que la mayoría de las entradas las escribiré desde la aplicación de WordPress del iPhone por tres motivos: uno, mientras escribo la entrada no tengo a mi alcance el navegador con las pestañas distractoras -la carne es débil-; dos, las suelo escribir con el móvil apoyado sobre la página del Bullet con las ideas a tratar y sobre lo que escribir; y tres: ¡qué cómodo me resulta hacerlo desde el iPhone en cualquier sitio de la casa, calle o lugar!

Termino como he empezado, pero añadiendo adjetivos y primeras impresiones: Bullet Journal es un sistema de organización personal y profesional analógico que te ayudará a enfocarte en lo que consideras esencial. Es, llámalo así, un esencializador vital. Para ello solo necesitarás un cuaderno y un bolígrafo. También escribiré sobre los instrumentos que utilizo. Y, claro, ahí entra el Pilot negro G-3 Gel 0,5 que me descubrió un día José Naranja en Instagram. También hablaré de ellos.

Gracias por estar al otro lado del iPhone.