Besarión intenta ser, finge ser, para no ser. ¿No ser qué? ¿No ser quién? Él mismo. Besarión tiende decididamente a no ser.
Y yo, ¿tiendo a no ser?… No, tiendo a ser. No me dejan. Estoy interferido, bloqueado. Sólo podré ser en ciertas condiciones. Cuáles, no sé. Apenas las presiento.
Como la condición de estar conmigo. ¿Eso es la soledad? Quizá podría llamarse la soledad profunda.
Aunque si estoy conmigo, estoy acompañado. Ya que si estoy conmigo no soy yo solo, somos dos. «Estar con» indica «alguien o algo junto a», no el mismo.
Si somos dos, constituimos uno y el otro. ¿Cuál de ellos soy? Digo: yo y el que está conmigo. Luego, el que está conmigo es el otro. ¿O si digo «estar conmigo» supongo «un yo» y otro «un yo»?
Debí decir: «estar en mí» y no me hubiera enmarañado el pensamiento.
[Cita extraída de las páginas 330-331 de El silenciero, de Di Benedetto, edición El Aleph Editores]