En marzo adquirí dos libros más que en febrero. Total, seis. Dos de ellos han sido adquiridos para el Kindle y uno sin ser libro libro, lo considero así; se trata de una revista. El saldo es positivo: en marzo he leído siete y he adquirido seis. Leer es mi trabajo vespertino, recuerden. Escribir aquí sobre todas las lecturas que realizo es imposible porque soy feo, fuerte y formal. Imposible, repito.
Por orden de recepción:
El benefactor, de Susan Sontag. Editorial Lumen, 1963. La adquirí porque es la primera novela de Susan. Es un tic. Busco operas primas. Y clasifico: leeré o no leeré más del autor. Tiendo a leer a escritores por su primera obra. Repito, es un tic y una tendencia. Advierto: escribir «tiendo a leer a escritores nuevos por sus primeras obras» no es un corolario y por tanto también puedo empezar a leer a autores nuevos por su última obra escrita, o por la intermedia. Solo subrayo la tendencia. Busqué en Internet información sobre esta novela, no reseñas, y descubrí la entrada que Javier Avilés escribió en 2005 sobre ella: El benefactor, de Susan Sontag. La edición que compré es de 1963 y estaba esperándome en la librería El desván del libro, en Madrid. Perteneció a una tal Carmen Atienza que la compró el 12 de marzo de 1984. En la solapa puedo leer: «Auténtica obra maestra de la literatura psicológica y de análisis, que une rigor intelectual de la novela de de ideas el buce introspectivo en el mundo subconsciente, El benefactor, de Susan Sontag, es una de las creaciones más brillantes y originales de la novelística norteamericana de la última década […] Dotado de un carácter abúlico e introvertido, fuertemente imaginativo, este nuevo hombre sin cualidades, carente de grandes ambiciones y deseos, se siente defraudado muy pronto por el frío intelectualismo de la razón y la lógica, y, dominado por una apatía creciente, abandona sus estudios para refugiarse en el mundo maravilloso de la imaginación y de los sueños. Encerrado voluntariamente en el interior de sí mismo, para vivir al máximo su propia intimidad, no tarda en descubrir que el mundo de los sueños en el está inmerso es el reino de la irresponsabilidad moral y de la libertad sin trabas, donde se encierra la más profunda verdad de sí mismo». Me la voy a leer muy pronto.
El túnel, de David Barreiro. Editorial Pez de Plata, 2015. El autor es escritor y periodista y tiene un blog. Hago mención al ilustrador, Pedro Rico, porque Pez de Plata ha acostumbrado a sus lectores a descubrir dentro del libro una lámina y un marcapáginas de una de las cuatro o cinco ilustraciones que insertan en la novela. En la cubierta posterior se lee que David, el protagonista, es un hombre de invierno venido a menos. Errabundo en Gijón, recuerda los días en los que todo pudo haber sido diferente y se lamenta de que debió irse mucho tiempo atrás de ese derrotado lugar llamado Asturias.
entre culebras y extraños, de Celso Castro. Destino, 2015. Cuando un escritor es capaz de escribir un relato con capacidad para retumbar de vez en cuando en tu memoria literaria, no queda otra que conseguir y leer lo que desde ese momento ese autor escriba. Tu memoria lo fideliza. Así me ha sucedido con Celso Castro, autor que me descubrió Jenn Díaz. Y, ¿qué relato es ese? Ese relato es el que precedía al el afinador de habitaciones (Libros del Silencio, 2010): “la cuervo”. De impacto literario. Y si Vila-Matas además considera «un acto de justicia poética advertir de la subversiva valía de Celso Castro» y mi admirado Álvaro Colomer te avisa de que «te mete mano en el estómago y remueve tus intestinos y te hace decir qué diablos pasa aquí» no os queda otra: apuntad este título y hacerle un hueco.
Revista trama & TEXTURAS número veinticinco. Con artículos de Jaume Vallcorba sobre la pasión del editor, de Isaac Rosa sobre la lectura en la calle, de Lorenzo Silva sobre la utilidad del editor, Juantxu Herguera como editor literario. Artículos de Miguel Otero y Julieta Lionetti sobre la desmaterialización del libro; de metadatos e industria editorial, de la crisis del libro español y la mención a algunos libros muy interesantes y blogs que desconocía. Se olvidan del mío, por cierto.
Productividad personal en una semana, de Jerónimo Sánchez. Gestión 2000, 2012. El autor mantiene un blog que recomiendo que leáis desde hoy. Sacadle partido.
Productividad personal: aprende a liberarte del estrés con GTD, de José Miguel Bolívar. Conecta, 2015. De Penguin. José Miguel también mantiene un blog sobre productividad personal: Optima Infinito. Compré el libro en el tren, cuando regresaba la semana pasada de Madrid. Me considero un usuario “mediocre” del sistema GTD aunque después de leer este libro me he propuesto pulirlo y hacerlo rendir al máximo. Hace un par de años descubrí el famoso libro de David Allen, que he releído un par de veces. Merece la pena. Ahora lo ha reeditado aunque todavía no se ha traducido. Es un sistema lógico y bien aplicado que te permite decidir, una vez implementado, qué quieres hacer y qué quieres dejar de hacer. No solo de literatura vivo. Leo este tipo de libros que por una razón u otra, me interesa leer y en ocasiones estudiar.
En Evernote sigo actualizando mis lecturas para así, a final de año, publicar las estadísticas en el blog.
Lean y recen si se acuerdan, están en Semana Santa.
«El túnel» y Susan Sontag, muy recomendables Blumm…
Me gustaMe gusta