La fiesta de Gerald, de Robert Coover

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Lo primero que hice cuando acabé de leer La fiesta de Gerald fue escribir en Google «La fiesta de Gerald». El segundo resultado me remitía a mi propia web; fue una desilusión.

Lo que me decía Google sobre La fiesta: era la cuarta novela de Robert Coover y la escribió en 1986. La trama se desarrollaba en una sola noche (lo confirmo) y pulula en torno al asesinato de una bellísima actriz (me la he imaginado); el superlativo está regido por mi imaginación. Pero no es un asesinato tradicional. No, y si te atreves a clasificar esta novela de Coover en lo «negro» no tienes ni idea de qué va la ficción de Coover. Coover es experi-mental. A pesar de esto, Anagrama decidió editarla en 1990 y ahora el libro ocupa la balda de la letra «c» de mi biblioteca. La trama recurre a la violencia entre los participantes de la fiesta; y al sexo de pareja efímera. La conversación entre los personajes es simultánea y demanda capacidad de lectura. Sin capacidad de lectura no puedes leer este libro. Tengo capacidad para leer a Coover porque tengo muchísima curiosidad por este autor, por Coover. Simplemente por eso. Más: Coover es la ironía exacerbada y en ocasiones, la ironía gráfica, bien dibujada a lo largo de una novela como La fiesta.

Hasta aquí lo que en cualquier reseña sobre La fiesta de Gerald se podría haber leído. Pero hay más, un poquito más.

Hablaba de una muerta. La historia es la narración de la vida de una muerta, de una actriz bella que muere mientras todos ríen y se divierten. La vida de Ros está contada por todos los personajes, sobre todo por los personajes lascivos masculinos. La vida de Ros (pasado, presente y ¿futuro?) es para Coover su gran mérito.

Ayer llegó El hurgón mágico, otro título de Coover. Entra en mi casa porque es citado —ahora no recuerdo dónde y tengo que buscarlo en Evernote— como ejemplo de… —tampoco lo recuerdo—. Sí sé que fue José Luis Amores, editor de Pálido Fuego, quien me dijo que era en ese título donde estaba el relato que buscaba y que me había referido un autor en un libro; las carambolas de mis lecturas. Y sí, busqué El hurgón en España aunque me llegó desde U. K. esta semana. Espero un segundo ejemplar que regalaré a una lectora del blog que se merece y que admiro por su escritura de bisturí crítico.

Lo que sí puedo adelantar es parte del texto de la contraportada. Lean:

«Como pieza central del libro hay una dedicatoria a Cervantes, en la que el autor formula su propio programa radical para la transformación de la ficción, comparable al que llevó a cabo el propio Cervantes, con quien Robert Coover se siente en deuda: “Nos enseñáis con el ejemplo, Maestro, que las grandes obras narrativas permanecen llenas de sentido a lo largo del tiempo como un lenguaje-proyección entre generaciones, como un arma contra las zonas marginales de nuestra conciencia y como un reforzamiento mítico de nuestro tenue asimiento de la realidad. El novelista utiliza formas familiares míticas o históricas para combatir el contenido de esas formas, para conducir al lector (¡lector amantísimo!) de la mixtificación a la aclaración, de la magia a la madurez, del misterio a la revelación”.»

Y sé que se os hace la boca agua. Él se llama Coover y la próxima novela que leeré será de él, eso sí, después de terminar La hoguera pública.

 

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5 comentarios en “La fiesta de Gerald, de Robert Coover

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