La guerra de clases siempre la gano yo.
Su autor es Rafael Sarmentero, que también tiene un blog. Di con Rafael Sarmentero gracias a Alberto Olmos, que es autor de Ejército enemigo, novela publicada en Mondadori hace un mes -y va por la 2ª edición- dentro de su colección Literatura Mondadori con el ordinal 476 o cuadrigentésimo septuagésimo sexto. 279 páginas. Novela para Eugenia, que es arma blanca, o el Fur Elise que demandan todas las novelas.
La guerra de clases siempre la gano yo. La sentencia la vinculo a la última novela que he leído: Ejército enemigo.
Entra Juan. Otro Juan.
Juan Mal-herido también -dicen que se reinventará-. Ha sido él quien ha escrito algunos párrafos de la primera parte de la novela, hasta la página 104. Mucho sexo. Bueno, eso de mucho sexo, no. No, sexo no es el término, autosexo tampoco. Juan, en esta parte de España pasamos del sexo literario como de las pipas colorás. Tanto autosexo seca las vísceras y desmenuza los bajos. Litros de semen…, qué desperdicio, qué pena. Así de rotundo. No, no me vale que rellenes con sexo las páginas. Tus maestros no fuman. A mí no me interesa. Las novelas con tanto no permanecen en las historias de las grandes literaturas. Son como las guerras de clases; sabemos que existen pero para qué mencionarlas. Las guerras son guarras y el sexo no es sal para la literatura.
Ejército enemigo lleva tags incorporadas. Las tags de la novela son numerosas: solidaridad, publicidad, intimidad, voyuerismo, correo electrónico, algunas ideas buenísimas que el mundo se va a perder, contra las señas de la vida programada por ellos, contraseñas de muertos, amistad crepuscular, hazle señas, amistades interesadas, sexo, autosexo -ya lo he dicho antes-, deseo erótico del personaje, yo y mi primera persona, introspección, análisis del individuo, análisis de conciencias, ¡artefacto artístico autosuficiente!, Daniel, Daniel Mansilla y Manchair, internet, mafia, thriller, sistema del capital, versus, sistema de lucha contra la desigualdad, versus, irsus, tarjeras amarillas -en la página 224-, tarjeras, tarjeras, web, huevos, lo que no es público no existe, hipocresía de una parte de la sociedad oenegeísta, pedazos de vida, parados de izquierdas, obreros de derechas, y así, hasta la Guía del Ocio y la página final.
Yo he disfrutado mucho. Viene un punto. Mucho es mucho. Iba a releerla este fin de semana. Y lo voy a hacer. Lo hago porque la entrego a varios amigos la semana que viene para que gocen de ella.
Y ahora… supongamos que Amazon quiebra en 2025. Lo leí el otro día. Si quiebra, y si vivo, podré releer esta novela que por expreso deseo del autor, reza la nota de Eva Cuenca, tengo en mi biblioteca. Supón, supón por un momento que Amazon quiebra en 2025 y que en el 2026 se te funde el Kindle. Supón, solo supón que a luz no funciona nada. Una pena. Una puta pena, la verdad. La novela seguirá estando ahí, o algún hijo mío se la habrá prestado a algún amigo suyo que lee y quería saber cómo eran las ONG´s en 2011. Sin generalizar, Blumm, que la vas a liar. Vale.
500 palabras. Esto es una ruina.
Ejército enemigo también es una sátira social, es un reírse de tanta progresía uniformada, del patrón con que están cortados todos los que claman y van a muchas manifestaciones con el último salvaescaleras anunciado. Progresía mal montada, había anotado por ahí. Después sé que existe la progresía bien montada pero es otra progresía, como bien pueden deducir. Olmos denuncia esa falta de integridad, o esa hipocresía social. Yo también lo pienso a menudo. De vez en cuando, por ejemplo, y en otro orden, se lo digo en voz alta a tres amigas y a un amigo: «Nenes, en África no hay gordos; dejaos de dietas sipotas y comed menos».
Aprender de Santiago -el protagonista que todo lo narra-, de su crisis existencial y su capacidad para violar el correo de un muerto. Y lo que deriva de este hecho. El correo de un muerto es el ascua de toda la trama: creatividad.
Las citas del libro. Lo mejor del libro. Sitúan al libro. A mitad del libro. Dice el libro: «Soy el libro gracias a las citas que papá autor ha insertado». Citas de Walser, Bernhard, Coetzee, Houellebecq, Fincher,Tolstoi, Fielding. La de Walser de copia y enmarca. ¡Bien elegidas!, acordes al tema, calibrando a los personajes.
La novela tiene joyitas técnicas que recuerdan A bordo del naufragio. Relean hasta la saciedad las páginas 115, 116 y 117 de Ejército enemigo y sabrán el porqué. Si hay algo que borda Olmos es este tipo de construcciones, esos monólogos tan bien enlazados. Admiro su técnica. Bravo. Soy un fan de los monólogos escritos de Alberto Olmos. No hay grupo en Facebook porque yo no estoy en Facebook pero debería existir un grupo en Facebook titulado así. Es la literatura más pura, la de los monólogos. ¿Más pura, Blumm? Sí, más pura he escrito.
En fin, llevamos 700 palabras y hay que cortar. Lean Ejército enemigo. Hay razones suficientes para creérselo. Hay trama, Pron; está vendiéndose, Echevarría, hay literatura y hay autor. Sean solidarios con la publicidad y con el péndulo social que fotografía la novela. Está muy bien definido, bueno, descrito: capital vs. desigualdad.
Se quedan temas en el tintero, muchos para alguien que ha leído casi todomenosuno lo escrito por Olmos. Algún día, con una caña, se lo echo en cara, pero no soy de hacer preguntitas aquí y allí. Eso sí que no.
Acabo. Había apuntado esta frasecita de Cicerón para terminar el post y relacionarla con lo que muchas organizaciones solidarias, políticas y mafiosas hacen: «Que nadie intente aprovecharse de la ignorancia ajena«. O así: «Neminem id agere ut ex alterius praedetur inscitia«.
La llevas. Leedla. Os gustará. Palabra de Blumm. Mía. Veraz.
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